Fragmentos de política: Calidad en atención primaria – Haciendo el camino.

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Acabo de finalizar la elaboración de un artículo para que lo valore el Consejo de la organización de la que soy miembro (Royal College GPs, Reino Unido). Deseamos revisar lo que hacemos a través de los miembros de nuestra sociedad para mejorar la calidad del cuidado que prestamos a nuestros pacientes – no solamente la seguridad, ni la calidad de los chequeos, sino la mejora de la calidad. Esto significa, en primer lugar, saber lo que estamos intentando conseguir – nuestro contrato con el Sistema Nacional de Salud (británico) tiene cuatro campos que no pueden quedar en duda:

1. Prevenir a la población de la muerte prematura
2. Mejorar la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas
3. Ayudar a la población a recuperarse de episodios de enfermedad o tras una lesión
4. Asegurarse de que la población tenga una experiencia positiva de los cuidados
5. Tratar y cuidar a la población en un ambiente seguro y protegerla de daño prevenible

Pero estos son resultados de alto nivel, y los clínicos que realizamos nuestra labor en la comunidad tenemos pacientes distintos que los que lo hacen en el hospital. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce seis campos por los que podemos medir la calidad del cuidado ““cuidado que es “efectivo, eficiente, accesible, aceptable para los pacientes, equitativo y seguro””. Todo muy importante – pero ¿Cómo evaluamos eso en nuestra práctica diaria?

Los médicos de familia ocupados, a menudo comenzamos desde los problemas – cosas que han ido mal, de las que los pacientes se han quejado, o que sabemos por nosotros mismos que se podrían haber hecho mejor. Tres consejos para la mejora de la calidad:
1. No llegar a las conclusiones precipitadamente: mirar lo que ha ocurrido, qué se podría además encontrar sobre los antecedentes del problema, y qué podría haberse hecho diferente que podría haber conducido a un resultado mejor.
2. Después dedicar un espacio adecuado para discutirlo, especialmente si la gente se siente molesta o defensiva – por ejemplo no hacerlo en un pasillo al final de un día atareado, cuando todo el mundo está cansado y podría no ser escuchado debidamente.
3. Y convertir todo problema en una propuesta de mejora – esto anima a la gente a pensar que ellos no tendrán que sufrir esas molestias otra vez

Los patrones también importan – los datos sobre cuáles fueron los problemas más frecuentes el mes anterior pueden ser una fuente importante para el análisis y para hacer cambios. En una consulta de medicina de familia de Reino Unido, una simple auditoría sobre la frecuencia con la que los pacientes tenían que acudir a que sus recetas fuesen autorizadas y otros efectos renovados condujo a diseñar un sistema completamente nuevo que fue mucho más eficiente. – A los pacientes les gusta que le solucionen todo en una ocasión al igual que le gusta al personal del Centro de Salud! Los problemas en la cadena de provisiones, como por ejemplo la carencia de vacunas o guantes desechables, también precisan ser auditados y declarados – a veces la firme evidencia cualitativa de un problema obliga a la gente a actuar cuando una queja personal es pasado por alto.

Una de los principios de la ciencia de la mejora de calidad es que debemos mirar las cosas a nivel individual, de equipo y de organización. Con demasiada frecuencia estaré haciendo las cosas correctamente en mi habitación pero “el sistema” no es eficiente porque está volviendo a llamando a los pacientes con demasiada frecuencia, o de modo insuficiente – o no realizando seguimiento de los pacientes que no han seguido sus controles de diabetes, o no ofreciendo líneas telefónicas suficientes para las demandas de los pacientes… por favor añada sus propios ejemplos aquí! Nuevamente, hablando al equipo, solamente escuchando a los pacientes pueden aportarnos tanto problemas como soluciones – y también reducir el estrés y el burnout del médico. El círculo ‘Plan, Do, Study, Act’ es tanto profesional (analítico, controlado, reflexivo) como motivador, porque crea una sensación de intenciones compartidas, estando a la vez abierto a diferentes respuestas. Y nos hace prestar atención a todos los niveles en los que aunando los cambios puedan traer consigo la mejora.

Por supuesto es un trabajo duro –y a veces la parte más difícil es implicar a todo el equipo. Pero si logramos persuadir a la población de que la medicina de familia es una especialidad importante con algo que ofrecer, tenemos que ofrecer la calidad. ¡Y además puede ser divertido! Hay que apuntar alto pero ser realista y persistente – como es conocido Gandhi “usted debe ser el cambio que quiere ver en el mundo”- los demás le seguirán.

Prof Amanda Howe

Traducción: Dr José Miguel Bueno, Spanish Society of Family and Community Medicine (semFYC)